lunes, 27 de noviembre de 2017

Las prisiones: cámaras de tortura u hoteles todo incluido?

Isla de Bastøy (Noruega)

Yo sé que el título que escogí para esta entrada es algo truculento, pero la idea es que podamos reflexionar sobre un debate muy importante en torno a los sistemas penitenciarios, y para ello he escogido una isla que sirve como prisión en Noruega. Pero antes de hablar de ella, veamos algunos antecedentes.

A lo largo de la historia han existido diferentes formas de castigos o penas que se imponen a quienes transgreden las leyes de una comunidad o sociedad. Estas han ido cambiando paulatinamente, desde las formas que hoy consideramos más brutales, como las torturas o los encierros en calabozos hasta los sistemas más modernos, donde se busca la readaptación de las personas.

Un calabozo (imagen con fines ilustrativos)

Un ejemplo de los castigos durante la Edad Media era el suplicio, que consistía en un acto público que buscaba resarcir el “daño”. Quienes hayan visto la serie Game of Thrones recordarán que Cersei fue obligada a realizar, desnuda, el “paseo de la vergüenza”, por las calles del pueblo, mientras la gente la insultaba y le arrojaba objetos.

De igual modo, hay muchos ejemplos de islas que han sido utilizadas como prisiones, pues ofrecen una gran dificultad tanto para ingresar como para salir, lo cual minimiza las posibilidades de fuga. La literatura misma cuenta con numerosos ejemplos, como el Castillo de If, que sí existe realmente, y que Alejando Dumas usó como el escenario donde es encerrado el protagonista de su novela El conde de Montecristo.

Por suerte, el mundo ha cambiado en muchos lugares, y los sistemas carcelarios han evolucionado para bien. Una isla convertida en prisión, que es un modelo donde se busca la reinserción de los prisioneros y donde se respetan sus derechos humanos es la Isla de Bastøy, en Noruega.

En esta prisión no hay rejas. Los privados de libertad trabajan, siembran, cosechan, hacen jardinería, cuidan caballos. Viven en unas pequeñas cabañas de madera, tienen casetillas telefónicas, pueden estudiar, escuchar música o recibir visitas.

Un prisionero toma el sol en Bastøy 

¿Ustedes están de acuerdo con el trato que reciben? Yo sí, porque los derechos humanos no pueden ser negados a nadie, y  pareciera que los tratos inhumanos o despiadados de otros tiempos, o que aún se dan en muchas cárceles, tampoco ayudan a lograr cambios en las conductas.

Hay muchas personas que no concuerdan con el trato que reciben los privados de libertad en una isla como Bastøy, pues consideran que al ser criminales deberían sufrir como castigo. Por ejemplo, en Blog de Banderas, cuando hablan de esta isla, así lo creen.

Pero de la misma forma, hay muchas personas que abogan por que los prisioneros reciban siempre el mejor trato. Estos parten de una visión humanista. Incluso hay grupos que consideran que las prisiones no deberían existir del todo, porque solamente son centros de control social. En fin, que el debate no es nuevo y sin duda es complejo, y por eso me gustaría que pudieran compartir sus puntos de vista en la sección de comentarios.

Antes de concluir, los dejo con un pequeño video que he preparado* sobre la prisión en la isla de Bastøy:


* Para crear este video utilicé el programa Windows Movie Maker

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